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Manuel Cervantes es un arquitecto reconocido por sus obras de ritmos marcados y un lenguaje influido por su entorno. En sus proyectos cohabita el diseño de arquitectura de interiores de Rafael Rivera, quien forma parte de Habitación 116. Sus trabajos colaborativos empezaron hace ya una década, a través de la cual ambos han reflexionado y valorizado el significado de estas relaciones laborales y personales.

 

En la plática Manuel y Rafael nos hablaron de cómo a lo largo del siglo XX, grandes maestros del diseño nos brindaron algunas de sus mejores obras a través de asociaciones. Este es el caso del mobiliario de Clara Porset en las obras de Luis Barragán y otros arquitectos, adaptado no sólo al cliente sino a la región donde se fabricaba. Por su parte Le Corbusier, Pierre Jeanneret y Charlotte Perriand, formaron un equipo que revolucionó la concepción del diseño industrial moderno. Estos resultados son indicativos del potencial que existe en la colaboración, y debe ser un incentivo para generar más cooperación en la actualidad.

 

 

¿Qué significa para ti colaborar? 

MANUEL CERVANTES: Para mí colaborar es una oportunidad de aprender. 

Él comenta que colaborar en la práctica de su despacho ha sido una elección tomada con el propósito de enriquecer su trabajo, aprender y conocer nuevas perspectivas. Considera que al trabajar solo, siempre desde el mismo punto de vista, corremos el riesgo de hacer autocopia, y no llevar a cabo autoreflexión. La colaboración posibilita la reinvención, y conlleva a la regeneración del lenguaje creativo. 

MC: Estar arriba solo ha de ser un vértigo que no quisiera yo vivir y una soledad que tampoco quisiera experimentar. 

RAFAEL RIVERA: Colaborar es parte de la rutina cotidiana de nuestro estudio. No creo en las colaboraciones efímeras, son en las colaboraciones duraderas en dónde hay más enriquecimiento para ambos estudios. La colaboración nos enseña a compartir ideas, sentimientos y conceptos que te hacen crecer como persona y despacho. 

 

¿Cómo hacer que una colaboración sea exitosa?

 

Tanto Manuel como Rafael, comparten la opinión de que su propia colaboración funciona "porque viven por su profesión, no de lo que genera”. Existe una admiración mutua, que les permite compartir ideas y desarrollarlas con confianza y libertad. Ellos consideran que la arquitectura de interiores es una extensión atemporal de la propia arquitectura. No existe una línea que limite el inicio y fin del trabajo de interiores, sino un ejercicio continuo que los hace avanzar en paralelo. 

El éxito de una colaboración para Manuel se basa en cuatro elementos: respeto, confianza, admiración y amistad.

MC: En una colaboración es necesario entender el respeto que debe de haber por el otro, como persona y como creativo. Debemos tener la capacidad de confiar y admirar criterios distintos con el fin de poder hacer algo nuevo y distinto, de no encasillarse. La relación debe estar basada en el cariño, este permite la formación de lazos que van más allá de la relación profesional. 

 

Colabora con quien compartes una filosofía de vida, no una filosofía profesional. - Consejo de Rafael Rivera

 

RR: Las colaboraciones duraderas son aquellas que buscan crear un intercambio creativo y no económico. Es importante acercarse a gente que respetas y admiras y crear conexiones profundas. 

Rafael considera que una gran oportunidad de colaboración se encuentra en las especialidades, ya que la ramificación laboral nos obliga a buscar  información en otros colegas. Lo mismo aplica a los artesanos, cuyo oficio es parte esencial de la arquitectura. 

 

El cliente como colaborador

 

En su experiencia, tanto Rafael como Manuel, se han encontrado con clientes que aportan ideas y conocimiento valioso para el proyecto. Para ellos “no hay buenas obras, sino buenos clientes”.

MC: Hay clientes que se convierten en colaboradores. Se encuentran con la  disposición para aprender, y aportar ideas enriquecedoras. 

RR: La colaboración se debe dar con personas con las que puedas conectar. No es necesario que trabajes en el mismo ámbito, cuando colaboras con alguien que tiene la sensibilidad de proponer buenas ideas. Hay que juntar personas, no profesiones.

 

Reflexiones sobre el COVID 19

 

Como a todos los que han tenido el privilegio de quedarse en casa, la cuarentena ha provisto una oportunidad para reflexionar. Para Manuel y Rafael ha sido un espacio para replantear el cómo ejercen sus profesiones, y la línea de acción a seguir cuando la situación se normalice. 

Creo que una pregunta importante a plantear es qué estamos haciendo para salir de la crisis económica. (…) Junto con algunos amigos arquitectos, hemos platicado cuáles son las oportunidades de visualizar nuestro trabajo en algo más enfocado en lo colectivo, en el interés público y no tanto en lo individual. Estamos tratando de entender qué podemos hacer en temas de vivienda, social o  de emergencia, y sectores distintos al propio. O cómo aterrizar el que la producción de muebles sea local, y cómo empezar a conectar nuestro trabajo con otras economías. - Manuel Cervantes

RR: Comenzamos hablando de nuestra colaboración, pero tal vez este sea el resultado, que al salir de la pandemia estaremos obligados a pensar en colaborar con gente no sólo de nuestra disciplina, con artesanos y tratar de repartir el trabajo para todos.