A 570 kilómetros de la costa de África occidental, emerge la República de Cabo Verde, archipiélago de 10 islas volcánicas que cubren un área de 4,000 kilómetros cuadrados. Estas islas, donde el idioma oficial es el portugués pero la lengua materna es el criollo, reflejan una sorprendente diversidad étnica en su población (originariamente africana-europea mixta, con antecedentes europeos de Portugal, España e Italia), ofreciendo la perfecta combinación de sol y playas con una escena rica en forma de música, danza y gastronomía.
En los últimos años Cabo Verde se ha convertido en un destino muy apreciado por viajeros de todo el mundo y uno de los mercados turísticos de mayor crecimiento, reflejando el aumento del nivel de vida la población, el más alto de la región de África occidental.
Las islas albergan un extraño paisaje lunar con cráteres, protuberancias y rocas. Este ambiente y su árido paisaje embebido por tonos marrones, ocres y rojos, contrasta dramáticamente con el azul oscuro del océano Atlántico. Y es justo aquí, en este espacio, en esta atmósfera, donde la filosofía de disfrutar de la vida “descalzo” cobra sentido y se torna una realidad. La ciudad costera de Mindelo, en la isla de São Vicente, recibe un nuevo proyecto inmobiliario, erigido con las mismas piedras de las montañas adyacentes, armando un todo con la naturaleza. Una vida más sencilla, sostenible y consciente se traduce en una obra en la que la artesanía local y la arquitectura contemporánea van de la mano.