Siempre se genera una disyuntiva a la hora de construir sobre espacios naturales, el daño al ecosistema y el deseo por conservar las áreas verdes hacen que se convierta en un reto para la sostenibilidad. ¿Qué pasaría si se llegara a un punto medio, a un equilibrio perfecto entre la arquitectura y el ser sustentables? El resultado: un proyecto verde y de diseño.
El despacho de arquitectos estadounidense ANACAPA, presentó una casa de huéspedes ubicada en una de las últimas áreas no desarrolladas de la costa de California. Al residir en una reserva natural, el objetivo número uno fue preservar la zona, por lo que su diseño se enfocó en crear un bajo impacto visual y ambiental cuyo resultado fue el balance entre el desarrollo residencial y la preservación ecológica.
Disfrazada con un perfil bajo y un techo verde, la casa cuenta con vistas panorámicas prácticamente de 360º del Océano Pacífico y de las colinas que la rodean. Tanto la casa de huéspedes como la residencia principal están completamente desconectadas y la zona en la que se ubican no cuenta con electricidad, razón por la cual las casas están alimentadas al 100% por un sistema de energía fotovoltaica.
La iluminación LED y los electrodomésticos de bajo consumo se utilizan para reducir las demandas de energía. Cuentan con un pozo privado y un sistema de tratamiento de agua, dirigiendo las aguas residuales a un tanque séptico. Una combinación de calefacción por suelo radiante, ventilación cruzada (por la abundancia de vidrio) y un techo verde aislante se utilizan para regular las temperaturas interiores.
Como materiales a destacar en este proyecto se usó acero, concreto y vidrio para la decoración del interior. Mientras que los muebles fueron diseñados por Jessica Helgerson Interior Design, usando madera de nogal para generar un ambiente más cálido y hogareño.
