Las tendencias en turismo cada vez se vuelven más específicas y los viajeros buscan descubrir el mundo mediante sus intereses particulares. Una de las tendencias crecientes es el turismo de arquitectura, que consiste en descubrir joyas de diseño que se encuentran en distintos destinos.
La arquitectura se caracteriza por tener una presencia constante y viva en nuestro ambiente, a diferencia de otras formas de arte, es una con la cual interactuamos e, incluso, nos apropiamos de ella. Ésta tiene un impacto en la gente y a la vez habla sobre el contexto cultural y temporal del lugar en el que se encuentra. Al respecto, el autor del libro The tourist gaze, John Urry, escribió que “los arquitectos y las prácticas arquitectónicas actuales son de gran importancia en la construcción de la visión contemporánea del turista… los turistas están diferenciados socialmente y por lo tanto miran selectivamente a aquellos estilos arquitectónicos distintos”.
Algunos de estos espacios permiten que los visitantes interactúen con el lugar, ya sea a través de un restaurante al interior, o incluso en algunos se puede pasar la noche. No obstante, hay otros que solo se pueden ver por fuera, aunque no por ello son menos atractivos, y, de hecho, se ganan su lugar en las cuentas de redes sociales de quienes los visitan. A continuación, algunos de los edificios que han ganado popularidad entre los turistas arquitectónicos.
Fallingwater
Esta extraordinaria casa ubicada en Laurel Highlands, Pennsylvania, fue diseñada por Frank Lloyd Wright de manera que uno de los arroyos que baja de los Apalaches, de nombre Bear Run, pase por la hermosa construcción. La casa fue diseñada en 1935 en medio del bosque con acabados de concreto y piedra. El arroyo que pasa junto a la sala de estar desemboca en una cascada cuyo relajante sonido se puede escuchar en el interior. Este espacio fue el hogar de la familia Kaufmann hasta 1963, cuando se encomendó al Western Pennsylvania Conservancy. Desde entonces, la casa se puede visitar en tours guiados que realizan entre marzo y diciembre. El 7 de julio de 2019 esta casa entró en la lista de la UNESCO como patrimonio de la humanidad.
Casa Batlló
Gaudí marcó la arquitectura de Barcelona, pero este edificio ubicado sobre el Passeig de Gràcia es uno de los más emblemáticos del artista. El espacio pertenecía a la familia Batlló en 1903 cuando le encargaron a Antoni Gaudí la remodelación del mismo. La fachada es lo más impactante que se logró, inspirada en formas de la naturaleza y colores brillantes. Además, creó un patio de luces en el primer piso, un domo en forma de dragón en la azotea, y la típica cruz de cuatro brazos que sobresalen en el exterior. En el interior imperan las formas orgánicas con curvas tanto en paredes como en techos. La casa que en 2005 fue declarada también Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, actualmente está abierta al público todos los días desde las 9 de la mañana hasta las 9 de la noche. Actualmente cuenta con una guía inteligente que consiste en un dispositivo móvil que permite descubrir detalles del espacio en realidad aumentada.
Dancing House
Uno de los edificios icónicos de la historia de la arquitectura de Praga es este que abrió sus puertas en 1992. Diseñado a través de una colaboración entre Frank Gehry y el arquitecto croata/checo Vlado Milunić, resalta por su exterior de marcadas curvaturas que buscan imitar los movimientos de una pareja bailando. El sitio, cuyo nombre oficial era el edificio Nationale-Nederlanden, es popularmente conocido como Dancing House, o bien Fred y Ginger, ya que está inspirado en el famoso dúo conformado por los bailarines Fred Astaire y Ginger Rogers. El edificio de nueve pisos de forma inusual se basa en el estilo arquitectónico deconstructivo y juega con el concepto de dinamismo y estaticidad. Las dos torres (las que simulan a una pareja bailando) tienen en su interior espacios asimétricos. Tanto el interior como el exterior causaron mucha controversia al inicio, por romper con la estética tradicional de la ciudad. En la actualidad cuenta con un restaurante en el piso 7 (Ginger & Fred) y un hotel con 21 habitaciones de lujo. En la parte más alta hay una terraza desde donde se puede apreciar la ciudad y el castillo.
Painted Ladies
San Francisco cuenta con varios espacios emblemáticos, dignos de fotografiarse, y uno de ellos es este conjunto de casas. En las calles de Hayes y Steiner, enfrente del parque Alamo Square se encuentra un conjunto de casas Victorianas que se distinguen por tener múltiples balcones, grandes porches y no más altas de tres pisos. Aunque fueron construidas a finales del siglo XIX, en la década de los años 60 se pintaron nuevamente con tres o más colores para resaltar los detalles de su diseño, y poco tiempo después algunos escritores comenzaron a referirse a ellas como las “painted ladies”. Hoy es considerado uno de los 11 distritos históricos designados por el Department of City Planning.
Nido de Quetzalcóatl
El arquitecto Javier Senosian se ha dedicado a fomentar la bio-arquitectura en México, un estilo que busca lograr la armonía entre los espacios creados y el mundo natural. En 2007 creó un proyecto sobre un terreno irregular de 5,000 m2 en el Estado de México de nombre Nido de Quetzalcóatl, que consiste en un conjunto de 10 departamentos que inician en una cueva, en donde se colocó la boca de una serpiente y concluyen en el depósito de agua donde se colocó la cola de cascabel de la misma. De esta manera parece que esta serpiente entra y sale del terreno y la forma del conjunto sigue la línea de la colorida serpiente. El espacio busca adaptarse a la forma natural de ser de los habitantes por lo que tiene ventanas circulares, conexión con otras habitaciones por medio de túneles (sin puertas), entrada de luz natural y una forma peculiar de las habitaciones que evita ángulos y esquinas. Aunque está limitado para los habitantes de los departamentos, otros se encuentran disponibles en Airbnb. Además, se espera que en los próximos años se abra un museo ecológico a los alrededores el Nido de Quetzalcóatl.
