Las restauraciones son un balance entre respetar la historia y adaptar el espacio a las necesidades modernas. Un vaivén de ideas que resultan en el “forever home” de los clientes.
Casa A690 es la viva imagen de las necesidades del cliente, la existencia de un contexto constructivo previo y el amor por la exploración del despacho Fino Lozano, lo que generó un estilo al que los arquitectos decidieron llamar “Mexiterráneo”. El proyecto se realizó con materiales básicos como madera, concreto y piedra.
Los elementos que más resaltan son la iluminación natural y la ventilación, gracias a los espacios de doble altura. A eso se le agregó el uso de arcos para ventanas y puertas, combinados con piezas de herrería clásica y un diseño sobrio, con el objetivo de dejar a los usuarios la definición del color. Fuera de los básicos de una residencia, recámaras, salas comunes, cocina y baños, el estudio creó un juego de recorridos que hacen interesante el traslado de una zona a otra, dando volumetría al diseño propuesto. Las azoteas se convirtieron en terrazas aprovechables y los elementos arquitectónicos como las escaleras, se transformaron en una especie de pieza escultórica.
