Esta microcasa encarna a la perfección la arquitectura de la isla griega, en el oasis de Rodas, a tan solo unos pasos del mar Egeo. Estudio Mandalaki, con sede en Milán, son sus creadores.
Concebido como un prototipo de una serie de pequeñas casas, este hogar de alquiler de 27 metros cuadrados encuentra el enclave perfecto en la isla de Rodas (Grecia). Y es que cuando la superficie es un problema, sacar el máximo partido a los espacios, ayudados de la luz natural, es el mejor aliado. "Maximizar el confort en ausencia de grandes extensiones es generar una sensación totalmente contraria a la una casa pequeña", asegura George Kolliopoulus, uno de los fundadores del estudio italiano.
Cansados del consumo masivo, este prototipo se fundamenta en volver a lo básico, a una forma diferente de pasar un tiempo en contacto con la naturaleza y relajarse. Con un plus, el espacio además, es doblemente inspirador ya que cuenta con una pequeña galería de arte “habitable”, con piezas contemporáneas, un espacio de laboratorio, un lugar donde el diseño se utiliza como servicio para los invitados.
El sueño era construir una casa y objeto de diseño modular que pudiéramos colocar en cualquier parte del mundo compartiendo nuestra filosofía de diseño. La historia debía comenzar en Rodas, mi isla de origen –George Kolliopoulus
Estar en Monocabin es: sentir que el mini espacio donde se habita es tan solo el interfaz entre el exterior y el interior. Las ventanas y tragaluces acentúan la sensación de vivir en la naturaleza, y son las grandes aliadas. Cada mueble está hecho a medida para mejorar el espacio, para que el invitado pueda volver a sí mismo. Pero para que esta idea funcione, hay que darle margen a la imaginación, dejarse llevar por el sentido que el exterior se adentra.
Y en cuanto a los interiores de la casa, cuenta con una pequeña cocina que se abre a las dos habitaciones. Una pequeña recepción da la bienvenida a monocabin.
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