Javier Sánchez es uno de los responsables de la identidad que ha tomado la Ciudad de México en los últimos 20 años. De familia de arquitectos, mantuvo al llamado séptimo arte como su casa, pero exploró también el desarrollo inmobiliario. Agrega que JSa es un taller y no un despacho porque en la arquitectura hay más trabajo artesanal que industrial. Dice que se necesitan espacios de transición. Ambiguos. Espacios que ningún cliente pide. Dice que es esta arquitectura (y el paisaje) lo que nos hace mejores personas.
NURIA OCAÑA: ¿Primero arquitecto o primero desarrollador?
JAVIER SÁNCHEZ: Arquitecto. El desarrollo es un medio para hacer arquitectura. Una herramienta. Si tengo que escoger una de las dos, arquitecto.
NO: Consideras la arquitectura más como una pieza cultural que como una de arte, ¿cierto?
JS: Lo que más me interesa de lo construido es que es un arte sucio, es parte de la cultura. No es un arte intocable al que no te puedas acercar, al contrario, vives en él. Prefiero esa parte de la arquitectura, más real, a pensarla como un valor inalcanzable en donde no entramos.
NO: Y, ¿en qué momento la cultura se convierte en arte?
JS: Eso lo define la crítica. El tiempo da madurez a las cosas. Perspectiva. Distancia. En el día a día es difícil que pienses en esa trascendencia porque la arquitectura requiere de tiempo para madurar y para meterse dentro de la cultura misma. Hay edificios que se diseñan con el objetivo de convertirse en iconos inmediatamente. Un museo es mucho más icónico, que un edificio de viviendas. Su naturaleza lo llevará a convertirse en una referencia, pero nuestro trabajo no aspira a eso, aspira a servir. Lo otro puede llegar o no.
Me interesa más lo menos obvio; cómo se crea toda una narrativa al recorrer la obra. La arquitectura nos permite entrar en ella con la dimensión del tiempo. Permite recorrerla, visualizarla, de manera personal. Allí es donde se relaciona con el arte; donde cada quien lo entiende de una forma distinta.
NO: ¿Por qué confías en que el espacio físico puede hacer frente a una sociedad automatizada?
JS: Lo que nos puede salvar es hablar. Mientras dejamos de hablar, dejamos de relacionarnos. La parte más bonita de vivir en una ciudad es sentirla como un espacio totalmente democrático. Para caminarla no tienes que enseñar a nadie quién eres y a nadie le importa. Todos vamos sobre sus calles.
Cuando llevas esto a un condominio de viviendas, son los patios, los callejones, los espacios que provocan encontrarnos con la comunidad con la que compartes ese lugar. Ahí se filtra la parte más pública de la ciudad a lo más privado, a tu casa. Pero puedes no tener esa interfase y solo tomar un elevador para subir a tu departamento.
Así que eso es lo que nos queda. Nos quedan los parques, las banquetas, estas áreas ambiguas que son de transición. Yo busco provocar espacios que no requieren de un boleto, de una identificación o de una razón porque ahí es donde se da la libertad y la democratización que me interesa de la ciudad.
Estamos trabajando un proyecto en la colonia Condesa, en el que varios edificios comparten un jardín muy grande. Todos los edificios tocan la planta baja de una manera muy ligera y puedes pasar entre ellos. Se crea un pequeño pasaje en donde puedes permanecer. No hay nada allí. Es solo espacio.
NO: El espacio entendido de una manera distinta…
JS: Es el espacio gratis. El que no viene en un programa de necesidades. Rara vez un cliente te va a pedir que agregues un espacio como ese. Pero es el espacio que como arquitecto agregas al programa y al que le apuestas todo.
NO: ¿Te parece que el concepto de “comunidad” adquiere un nuevo significado?
JS: Se entiende de muchas formas. Una comunidad es gente afín a algo que los une, aunque sean muy diferentes en general. Yo soy parte de una comunidad de corredores. Ahí no importa si eres arquitecto o cualquier otra cosa; todos somos humanos y corremos. La gente que vive en un condominio, de alguna manera, pertenece a una comunidad. Hay quienes usan el término para definir un lugar aislado de la ciudad; condominios cerrados, con casetas de vigilancia, pero ahí sin duda se ha desvirtuado el concepto de vivir en una ciudad porque se vive en islotes aislados.
Pensar que la arquitectura está al margen de los procesos económicos es equivocado. Es importante que sea arquitectura y no simple construcción, pero también es fundamental que encaje en una realidad concreta
NO: ¿Hacia dónde va el modelo de vivienda en la Ciudad de México?
JS: Existen dos alternativas. Los pequeños proyectos, donde el trabajo es infinito porque cada lote puede convertirse en un pequeño proyecto de vivienda. Y el otro caso, que es el de los grandes proyectos. Los de uso mixto que mezclan una gran cantidad de cosas, que requieren extensiones grandes de tierra, que cambian la escala de la ciudad y que son ajenos a los barrios en los que viven porque, de algún modo, se aíslan de ellos.
Desde un punto de vista práctico, es más fácil vivir allí porque tienes todo resuelto. Y no es nuevo. El edificio de Guadalquivir, de Mario Pani, es un conjunto de usos mixtos muy parecido a lo que hoy se hace, con la diferencia de que la fachada hacia Reforma y las calles pequeñas de la colonia Cuauhtémoc eran abiertas. Muchos de los trabajos de hoy son ciegos hacia afuera. El de Pani fue un proyecto de 50 años atrás, visionario de este modelo, pero mucho más generoso con la ciudad.
De cualquier manera, en la coyuntura actual de esta ciudad (México), donde se pone en jaque al desarrollo inmobiliario, esos proyectos serán cada vez más difíciles de construir.
Me gustaría pensar en algo intermedio en donde tengas un lugar con más densidad porque se presta, pero que no por ello se aísle del barrio.
NO: ¿La habitación que más disfrutas de una casa?
JS: La cocina. Me gusta cocinar. Siento que es el centro de unión. En las casas Wright, por ejemplo, el centro de la casa era el fuego; estufas o chimeneas donde se cocinaba.
NO: ¿Y la que menos toleras?
JS: La sala. Es un espacio anacrónico. Me encanta tener un lugar en donde puedas leer, pero eso puede suceder en una silla, junto a una ventana. Para convivir no hay nada mejor que una mesa. En mi casa no tengo.
NO: ¿Te lo ahorraste?
JS: La convertí en otra cosa.
NO: Si no te dedicaras a la construcción, ¿qué harías?
JS: El hubiera no existe, pero hoy me interesa mucho el paisaje. Me interesó a partir de que empecé a correr; en las montañas, en diferentes climas. El paisaje es un elemento que es gratis y que nos hace vivir muy diferente en comparación con la ciudad. Nos suaviza, nos hace mejores personas. Me dedicaría más a eso. Puedes llamarle agricultura… diseño de paisajes.
Fotografías de Fabian ML
*ESTE ARTÍCULO FORMA PARTE DEL VOLUMEN 01 DE LA REVISTA CONTAINER